Los nutricionistas nos recomiendan llevar una dieta balanceada, siempre incluyendo productos lácteos. Sin embargo, existe las variedad en dichos productos y tantos mitos populares como personas, por lo que es difícil tomar una buena decisión al momento de consumirlos.
En esta ocasión te presentamos 9 datos que serán de ayuda al momento de comprar productos lácteos de calidad.
1. La leche orgánica no es mejor que la normal
La leche orgánica se debe obtener de las vacas que comen alimento natural, pasean mucho al aire libre y no toman medicamentos. Sin embargo, la legislación que controla la producción orgánica es muy engañosa y los productores sacan ventaja de eso. Lo que nos da como resultado que se venda leche normal con el nombre de la leche orgánica, en algunas ocasiones. El valor energético de la leche orgánica producida de acuerdo a las normas casi no difiere de la leche normal, es una conclusión a la que llegaron los científicos después de una serie de investigaciones.
2. La leche descremada no te ayuda a bajar de peso
Algunos científicos estudiaron a grupos de personas que redujeron su dieta normal en 500 kcal. Además, los participantes de un grupo sólo consumían una porción de alimentos lácteos descremados al día. La dieta del otro grupo incluía la leche común, queso y yogur al menos 3 veces al día. Increíblemente, los mejores resultados en la pérdida de peso los obtuvieron aquellos que consumían productos lácteos con niveles normales de grasa. En este mismo grupo se observó pérdida de grasa, no del tejido muscular.
3. Los productos de granja no siempre son mejores que los industrializados
Los productos de leche no pasteurizada muchas veces provocan intoxicaciones y esto se debe a que la leche recién ordeñada permanece estéril a lo largo de 2 horas debido a las sustancias bactericidas que producen las vacas. Después de ese tiempo, la leche se convierte en un hábitat perfecto para el crecimiento y la reproducción de las bacterias. Puede parecer que los alimentos lácteos “caseros” son más naturales. Sin embargo, los granjeros muchas veces mejoran su sabor y aspecto usando almidón (échale una gota de yodo: si el producto contiene almidón, se tornará azul), tiza, bicarbonato de sodio (agrega vinagre: si el alimento tiene bicarbonato, le saldrá espuma). Estos tips sirven para constatar si han sido modificados.
4. Los yogures frutales contienen más azúcar que la Coca-Cola
La cantidad de azúcar en los yogures frutales podría competir con Coca-Cola o con las donas (para comparar, contienen 10 por ciento de azúcar y algunos yogures frutales, hasta 18 por ciento) ya que las frutas en los yogures son una masa que no sólo contiene pulpa, tiene conservantes, estabilizadores, colorantes y aromatizantes.
5. Que la leche pase por el proceso de ultrapasteurizacion no siempre es malo
No confundas la ultrapasteurización con esterilización. La leche esterilizada pasa por un proceso de ebullición largo, durante el cual se destruyen muchos nutrientes. La leche que caduca en 2 meses o más pasa por el proceso de ultrapasteurización (UHT). Este método permite eliminar las bacterias, conservando al mismo tiempo el calcio y otros elementos saludables con pérdidas mínimas. Por cierto, esta leche no se pone agria (lo cual muchas veces se interpreta como una señal de mala calidad), ya que no contiene ninguna bacteria que pueda causar fermentación.
6. No es bueno comer alimentos lácteos por la mañana
Los alimentos lácteos en ayunas pueden provocar acidez, entonces es mejor comer yogur una hora después de desayunar. Esto se debe a que el valor principal del yogur y otros alimentos lácteos está en las bacterias saludables. Al consumirlos con el estómago vacío, aniquilamos su beneficio porque los microogranismos son destruidos por el ácido clorhídrico, cuya producción aumenta mientras esperamos la comida.
7. El yogur no te ayuda en caso de disbiosis
Todos pensamos que en caso de problemas intestinales, hay que aumentar la cantidad de alimentos lácteos, porque mejoran la flora intestinal y la llenan de bacterias saludables. No obstante, en caso de problemas serios, los yogures pueden empeorar el estado de la persona, porque provocan fermentación. Los productos lácteos traen beneficios si los bebes en la etapa final de la enfermedad, es decir, después de haber combatido los síntomas agudos.
8. La leche frena la digestión de la comida
Es mejor beber leche por separado una o una hora y media antes o después de comer. El mejor momento es de noche, una hora antes de dormir. El triptófano y magnesio que se encuentran en la leche te ayudan a relajarte y a dormir más rápido.El desayuno tradicional para muchos, avena con leche, no es la mejor solución. En primer lugar, los cereales contienen el ácido fítico que bloquea la absorción del calcio. Como ya lo hemos mencionado, no es bueno consumir leche en ayunas.No se recomienda consumir leche con otros alimentos, porque esto frena el proceso de la digestión.
9. Los productos lácteos no son compatibles con los antibióticos
No sólo no debes consumir leche junto con los antibióticos, sino también una hora antes y una después de esto. Con los antibióticos del grupo tetraciclina, penicilina y azitromicina la leche produce compuestos insolubles. Como resultado se reduce significativamente la eficacia de los medicamentos. Pero los antiinflamatirios no esteroides como la aspirima sí se recomiendan tomar con leche.
Adicional: Los alimentos lácteos previenen las enfermedades cardíacas
Cada vez son más comunes las patologías del sistema cardiovascular, según la Organización Mundial de la Salud. Las investigaciones científicas demuestran que el consumo regular de alimentos lácteos reduce la posibilidad de desarrollo de la enfermedad coronaria, accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades vasculares en un 15 por ciento. Esperamos te haya gustado este artículo.
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