Hay varios trucos para hacer helados caseros extra cremosos y son muy sencillos. Si no dispones de una heladera y debes hacerlos a mano, lo fundamental es evitar que el helado se cristalice, para que su textura se aleje bastante del hielo.
También puedes incorporar una mayor cantidad de azúcar al helado, lo que contribuirá a su mayor cremosidad. O, en lugar del azúcar, puedes añadirle miel -que es anticongelante y evitará que el helado se cristalice- o azúcar invertido.
Usar nata o yemas de huevo como ingredientes en los helados también ayuda. Lo mejor es usar yogures con leche entera.
Además, si te place, puedes añadir un poco de alcohol a la mezcla del helado (nunca debe ser más del 20% de la mezcla).
Y, aunque no lo creas, el aire también ayuda a su cremosidad. Basta batirlo continua y firmemente para lograr que gane aire.
Una vez hecho el helado, ponlo en un recipiente plano y mételo en el congelador. Remueve por 5 minutos cuatro veces durante la primera hora (esto es, cada 15 minutos), y en las dos horas siguientes revuelve la misma cantidad de tiempo cada media hora. Luego, déjalo cuatro horas más para conseguir un helado bien cremoso.
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