Quienes inician una dieta sienten que se están sometiendo a un gran sacrificio al tener que dejar de comer esos alimentos que tantos nos gustan pero que aportan demasiadas grasas, calorías, y azúcar.
Sin embargo, lo saludable o dañina que sea una comida también puede depender de la forma en la que la preparas, por lo tanto si buscas alternativas para ello, no sentirás que estás realizando un enorme esfuerzo para perder esos kilitos de más.
1- Utiliza tu horno
Borra de tu cabeza la idea de que cocinar saludable es más complicado. Una de las maneras más fáciles de cocinar cualquier tipo de proteína o verdura es al horno. Así obtienes muchísimo sabor, añadiendo muy poca grasa. La próxima vez que tengas ganas de hacer un pescado frito o un pollo empanizado te recomiendo que intentes hacerlo al horno, verás que queda aún más rico.
2- No pienses en saltarte el postre, mejor prepara uno con fruta natural
Un error muy común cuando se quiere comer saludable es saltarnos comidas. No solo es importante comer tres veces al día, también lo es quedar satisfecho. La mejor forma de quedar satisfecho después de una comida es terminar con un postre a base de fruta. Así no solo estarás comiendo algo dulce que disminuirá tu ansiedad si no que también estarás consumiendo vitaminas, minerales y fibra que son esenciales para un estilo de vida saludable. Recuerda que tienes que comer al menos 5 frutas o verduras diferentes al día.
3- Considera llevar un diario de comida
Generalmente lo que más afecta nuestra alimentación son los alimentos que comemos entre comidas casi sin darnos cuenta. Por ejemplo la galletita con la que acompañaste el café o el chocolate que alguien nos ofreció en la oficina.
Para evitar perder la consciencia de estos snacks, te recomendamos llevar un diario de comida al menos por una semana. Cada vez que comas algo lo anotas y al final de la semana verás que sin querer comiste alimentos que no debías.
4- Prepara vegetales extra
En una dieta balanceada se deben consumir vegetales en cada comida: desayuno comida y cena. Lamentablemente, no siempre es fácil agregar vegetales a nuestro desayuno o cena. Una forma de solucionarlo es preparar más vegetales y tenerlos listos en el refrigerador. Por ejemplo, si un día vas a comer pollo con champiñones guarda unos pocos y a la mañana siguiente puedes prepararte una quesadilla y agregarlos. Los vegetales cocidos son muy fáciles de integrar en omelettes, sándwiches y pastas.
Otra buena idea es tener verduras limpias y picadas siempre listas para ensaladas o un smoothie al desayuno.
5- Se consiente de lo que bebes
Es de gran importancia ser consiente de lo que bebes durante el día. Muchas veces consumimos más del doble de azúcar recomendada en bebidas azucaradas o jugos de fruta. Te recomiendo beber jugo un día a la semana sin endulzarlo. Si quieres endulzar tus bebidas elige opciones saludables como la stevia o miel de agave.
También es importante consumir al menos 2 litros de agua natural al día para mantenerse hidratado. Si no te gusta beber agua natural, puedes darle sabor agregando unas rodajas de naranja u otra fruta fresca.
Con estos consejos te será más fácil llevar una dieta saludable.