El día de hoy aprenderás qué hábitos son los que debes dejar de de inmediato si no deseas matar tu metabolismo. Quizás ya sabes que si no tomas desayuno o no duermes lo suficiente, tu metabolismo se verá afectado y se vuelve más lento. Así que te recomendamos desayunar y dormir, son dos actividades muy reparadoras y saludables.
Sin embargo, hay otros hábitos bastante comunes en tu vida cotidiana que también ahuyentan esa capacidad del organismo para quemar calorías y aprovechar nutrientes. Aquí te las traemos para que te levantes de tu asiento y te pongas a correr un poco.
Si sientes que has empezado a aumentar de peso de pronto, puede que estés cometiendo algunos de los siguientes errores:
1. No comes con regularidad
Tu cuerpo es más organizado que tú. Sabe cuándo recibe comida, el único combustible que tiene, y se prepara para trabajar a esa hora. Si siente que cada vez recibe menos comida, o la recibe con menor frecuencia, va a empezar a trabajar menos. La solución es comer algo cada 3-4 horas, aunque sea un pequeño refrigerio. Por supuesto, no abuses de los carbohidratos y las grasas.
2. No tomas suficiente agua
El cuerpo humano es 70% de agua, por lo tanto, es necesaria para sobrevivir y para mantener al metabolismo en un funcionamiento óptimo. Si dejaras de tomar agua ahora, tu metabolismo empezaría a quemar hasta un 98% menos de las calorías que debería. Si no te gusta tomar agua, puedes intentar beber té. El té verde además es excelente para ayudarte a quemar calorías y balancear un poco los niveles de agua.
3. Evitas los lácteos
Los lácteos contienen nutrientes que son integrales tanto en la quema de calorías como en formación de nuevos músculos. En caso de una intolerancia a la lactosa, debes buscar productos que contengan ácido linoleico, proteínas como la caseína y calcio principalmente. El calcio es de gran importancia para la regulación del metabolismo, pues ayuda a muchas células a cumplir su función de forma más rápida. Pero el exceso de su consumo también puede ser perjudicial.
4. No haces ninguna actividad física rutinaria
Una rutina bien diseñada y ejecutada es indispensable para acelerar tu metabolismo. Además ayudará al desarrollo muscular, lo cual también le ayuda a nuestro organismo.
5. Duermes durante la mañana
Más allá de dejar de desayunar, no ver el sol matutino es de lo peor que le puedes hacer a tu cuerpo. Los primeros rayos regulan el ritmo cardíaco y es obvia la importancia que esto tiene para nuestro cuerpo. Alterar el ritmo circadiano también tiene consecuencias en la calidad del sueño y en la forma en que nuestro organismo recibe y aprovecha las comidas. Básicamente es la vitamina D, sintetizada con ayuda de los rayos del sol, la que le da inicio a todo nuestro metabolismo.
6. Excluyes por completo el almidón
Las dietas con niveles extramadamente bajos o nulos de almidón son más perjudiciales de lo que imaginas. Cuando haces actividad física, tu cuerpo necesita glucógeno, el cual se encuentra en los depósitos de almidón de tu cuerpo. Si no consumes nada de almidón, el glucógeno no se va a poder renovar y tu organismo se va a cansar mucho y constantemente.
7. No sabes lo que es un refrigerio
Si piensas que un refrigerio son galletas, botanas o yogurts con azucar, es momento de que lo pienses dos veces. Debes reemplazar todas las azúcares y almidones pobres por algo de grasas, específicamente grasas no saturadas, las que encuentras en las nueces, algunas semillas como las de girasol, ajonjolí, incluso atún y salmón. Simplemente come un puñado de nueces en vez de galletas y tu metabolismo trabajará mucho mejor.
8. Demasiado calor
El cuerpo tiene mayor actividad en temperaturas bajas, ya que se debe calentar a una temperatura agradable y debe hacerlo quemando grasa subcutánea. Esto no quiere decir que debas meterte en un congelador o que duermas en invierno sin taparte y las ventanas abiertas. El punto es crear una atmósfera fresca, especialmente en tu habitación y al momento de dormir.
9. Usas exclusivamente sal de mar
La sal de mar es una alternativa que es una tendencia hoy en día. Pero esto a veces no es tan bueno, y es que la falta de yodo es perjudicial para nuestro organismo, el yodo tiene la función de activar la glándula tiroides, el centro de todo nuestro metabolismo. Si tal vez no quieres regresar a la sal de mesa, debes encontrar yodo de otro forma. Los productos marinos, pescados y mariscos y el huevo son excelentes fuentes de yodo.
10. Demasiados productos inorgánicos
Muchos químicos contenidos en pesticidas evitan que el organismo libere energía. Si hay un exceso de ellos, nuestro metabolismo no trabajará como debe. Lo mejor es que consumas frutas y verduras completamente orgánicas.
11. Deficiencia de hierro
El hierro se encarga de transportar oxígeno a nuestros músculos. Si falta el hierro, falta también el oxígeno en nuestros músculos y la energía que se producen también se ve reducida. Siempre debes consumir productos con hierro como frijoles y verduras verdes.
12. Demasiado estrés
No existe nada que no se vea afectado por el estrés. Las personas que están siempre nerviosas y tensas suelen quemar 100 calorías menos que sus amigos tranquilos. Y es culpa del estrés. Lo mejor es relajarse, tranquilizarse, o tal vez ir a cursos de yoga. Ahora que ya sabes todo esto, evita caer en estos hábitos dañinos para ti.